Conjuntivitis

Por: Ramón R. Berríos, MD
Oftalmólogo

¿Qué es la conjuntivitis?

La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva, que es la membrana que cubre la parte blanca de los ojos y el interior de los párpados. Hay varios tipos de conjuntivitis:

Conjuntivitis bacteriana y viral: Hay bacterias y viruses que pueden causar conjuntivitis. Estas pueden pasar de una persona a otra a través del contacto con las lágrimas o secreciones, cuando la persona infectada se frota o limpia sus ojos.

Conjuntivitis química: Muchos tipos de productos químicos pueden irritar la conjuntiva y causar conjuntivitis. Los perfumes, limpiadores de la casa y la contaminación del ambiente son algunas de las causas de conjuntivitis química.

Conjuntivitis alérgica: La conjuntivitis puede ser también debido a una reacción alérgica. Esta puede ser debido al polen o polvo en el aire, o sustancias instiladas en el ojo.

¿Cuáles son los síntomas?

Todos los tipos de conjuntivitis causan enrojecimiento del ojo, y este puede estar acompañado de picor, irritación, lagriméo o secreciones.

En la conjuntivitis alérgica la conjuntiva se ve hinchada y roja. Los ojos están bien lagrimosos y el picor es generalmente severo. En la conjuntivitis química, dependiendo de la causa, puede haber irritación y dolor severo en el ojo. En la conjuntivitis bacteriana, hay generalmente una secreción espesa, pegajosa y amarillenta. En la conjuntivitis viral, las secreciones son generalmente claras y acuosas. Las secreciones pueden acumularse como una costra en los párpados y puede hacer que éstos amanezcan pegados.

¿Cuál es el tratamiento?

El tratamiento va a variar de acuerdo al tipo de conjuntivitis.

La conjuntivitis alérgica se puede tratar con gotas descongestionantes o que contengan antihistamínicos. Las compresas frías pueden también ayudar a aliviar la irritación. En algunos casos, puede ser referido un oftalmólogo, quien puede recetar medicamentos más efectivos.

Algunos casos de conjuntivitis química pueden ser emergencias médicas que requieren una acción inmediata para prevenir daño permanente al ojo.

La conjuntivitis bacteriana se trata con antibióticos, ya sean gotas o ungüentos. Con ciertos tipos de bacterias, hay que usar antibióticos orales.

La conjuntivitis viral mejora usualmente por si sola después de unos días. En ocasiones, gotas lubricantes o descongestionantes ayudan a mejorar los síntomas. Al igual que la conjuntivitis bacteriana, la conjuntivitis viral es bien contagiosa, por lo que debe seguir las instrucciones de su médico sobre cuando puede volver al trabajo o escuela.

Es importante tener en cuenta que no todos los ojos rojos son debido a conjuntivitis. Hay muchas otras condiciones oculares que pueden presentar con los ojos rojos. Desde algo tan leve como una simple irritación por el humo de cigarrillo, hasta algo tan serio como un ataque agudo de glaucoma que puede resultar en pérdida de visión. De modo que es bien importante tener la evaluación de un oftalmólogo en caso de que los síntomas sean mas severos de los descritos arriba para obtener el tratamiento adecuado. Recuerde que la visión es uno de nuestros sentidos más preciados y debemos conservarla.

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